martes, 3 de diciembre de 2019

Diecisiete años

La mejor forma que se me ocurre para recomenzar en la tarea que supone este blog es aprovechar una fecha como la de mañana, miércoles 4 de diciembre, para rendir hoy mi humilde homenaje a un ser especial, un hombre con tantas cualidades como ideas, una persona a la que le debo mucho. Sobra decir que no quiero que se parezca a nadie conocido pues en las diferencias encontramos la autenticidad de cada ser, de cada persona, de cada individuo. Desde muy pequeño sus inquietudes despertaron mi curiosidad, aficionado a la lectura, amante de la música de antaño, dominador de las nuevas tecnologías, pensativo, reflexivo casi en exceso, independiente, crítico, de sonrisa fácil, carácter reservado y mente clara. Sigue siendo un niño ya en un cuerpo de adulto, con grandes retos que alcanzar. Ahora ya sabe que equivocarse puede suponer una nueva oportunidad, un nuevo rumbo vital al que agarrarse. Espero mucho de él y que siempre explote sus grandes recursos, que experimente hasta el final y que alcance la gran meta de la vida, la felicidad plena que todos perseguimos. Todo es mucho más fácil si miramos siempre desde un lado positivo.

¿Verdad?

Este año quería ser el primero en hacerlo.

Mañana es tu día. 

Feliz cumpleaños, hijo.

Te quiero. 

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