Ya llegó el nuevo año, pasaron los días de fiesta, vacaciones, descanso y reencuentro familiar. Recibimos nuestros regalos, entregamos a cada uno lo suyo y pusimos rumbo a la cuesta de enero, elección presidencial incluida (enhorabuena Presidente), para llegar hasta aquí. No se suban a ninguna báscula hasta finales de mes. Es beneficioso para la salud cerrar las puertas de los lugares y eventos de donde salimos para entrar en los nuevos. A mi modesto entender, me resulta complicado resumir 2019 y tampoco suelo dar carpetazo al tiempo pasado del que no se puede vivir pero que siempre es bueno recordar. Se llama memoria y ha de ser global, nunca selectiva. Pero de igual manera he pensado que este año nos podría traer muchas dosis de empatía, solidaridad, espíritu colaborativo, comprensión, ya saben, todas esas cosas que no suelen costar dinero pero que nos hacen mucha falta.
Como ya os contamos hace algunas fechas, los trabajos de revisión de redes de agua potable se están llevando a cabo, los técnicos de la Diputación Provincial han hecho acto de presencia para comenzar las obras en el Cerro del Morterillo y las personas que se encargan del adecentamiento de las ruinas de la iglesia vieja ya nos han dado fecha para empezar los trabajos en cuatro o cinco semanas, una vez obtenidas las licencias correspondientes. Como ya sabemos cómo funciona el sistema, a lo solicitado en el anterior párrafo le añadiremos mucha paciencia.
Como último deseo para el veinte-veinte me queda solicitar otra vez la derogación parcial de la ley de racionalización y estabilidad presupuestaria para los municipios que han cumplido desde el primer día. Nos sentimos muy perjudicados frente al resto de administraciones públicas.
Salud...
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