domingo, 17 de febrero de 2008

En los albores de la campaña…

Para algunas personas, esto es hablar en clave…para los que me conocen y piensan como yo, este lenguaje les es muy familiar…cómo hablar de algo sin pronunciar su nombre…

Dolor de cabeza me da cada vez que llega una campaña electoral. Lo que pasa es que durante quince días hay personas en política que intentan tomarnos el pelo de manera casi obscena. A lo mejor creen que no hemos visto a lo que se han dedicado en estos cuatro largos años. Pienso como el compañero Alfonso Guerra. En este país, España, no hay color gris de centro político-ideológico. Todo es blanco o negro, le pese a quién le pese. Solo hay izquierda y derecha. Personalmente, yo apago el televisor cuando se acercan estos días. Será que ya estoy convencido y me dedico a mi labor política en la calle, con mis paisanos. No quiero perder el tiempo en ver y oir a ciertos personajes. Pero no es intolerancia esta reacción. Es mi manera de protestar porque no entiendo que algunos intenten aparentar algo que no son. El lobo con piel de cordero.
Pero ya es demasiado tarde para juegos. Quien fuera miembro del gobierno español durante la crisis del “Prestige” y uno de los peores ministros de interior que se recuerdan, vaciando nuestras calles de agentes de la ley, abanderando junto a otros amigos de dudoso linaje procedentes de Ávila y Valencia respectivamente, con amigos así no hacen falta enemigos, la bandera del plan hidrológico nacional y del trasvase del Ebro, del que ahora reniegan, siguen dando de qué hablar, desdeñando todo lo que es hoy este bonito país y olvidando lo esencial: Hace solo cuatro años, éramos las mismas personas las que dijimos “basta ya” y no se nos ha olvidado lo sucedido entonces durante los trágicos días del mes de marzo de 2004.

No quiero mirar atrás pero estos “personajillos” me obligan a hacerlo.

Piensen fríamente…