jueves, 16 de abril de 2009

Actualización del catastro

Ayer mismo mantuve una entrevista personal con Diego Salas, técnico de la oficina de recaudación provincial en su despacho de Cáceres, para aclarar posibles dudas que surjan en el proceso de actualización del catastro.
Hasta la fecha no he comentado en estas líneas nada referente al importante tema del encabezamiento. Se trata de la primera decisión política que asumí recién llegado a la alcaldía de Valdeobispo. He decidido informar personalmente de lo que supone y supondrá para nuestro pueblo.
Durante la pasada legislatura fueron varias las veces en las que, desde el banquillo de la oposición, le pedimos al gobierno municipal de entonces que accediera a la firma del convenio con el Organismo Autónomo de Recaudación y Gestión Tributaria de la Diputación Provincial de Cáceres para la regularización del padrón de urbana. Valdeobispo nunca firmó el consentimiento. De los 219 municipios cacereños solo 10 no están entre ellos. Por supuesto que uno éramos nosotros. Siempre se ha esgrimido como razón para no firmar este convenio por motivos técnicos. El caso es que entonces nuestra vaga sospecha se ha hecho realidad y decidí actualizar el padrón del I.B.I. por razones de igualdad y justicia. No es normal que un gobierno municipal haya postergado una decisión de su competencia durante décadas. Desde 1986 han transcurrido 23 años y todo lo que ha pasado desde entonces con referencia a este importante asunto, ha sido en detrimento de todos. Ahora hemos descubierto, visto el informe técnico y al hilo de las cifras que nos ha facilitado la empresa que se está encargando de estos trabajos, Agrotécnicos. S.L., que en Valdeobispo tributamos solo una pequeña parte de las viviendas construidas. Más de 400 construcciones estaban sin actualizar, no contribuyendo al sostenimiento de nuestro pueblo. En unos casos habrá sido por desconocimiento, otros porque era imposible catastrar, otros por olvido y muchas razones más. En definitiva, a partir de 2009 ya seremos todos iguales en este sentido.

¿Es este un acto que contribuye a alcanzar la igualdad, justicia y paz social de nuestro ideario político? Así es.
¿Qué conclusiones debe sacar nuestro vecindario de todo esto? Echemos la vista atrás y démonos cuenta de que esta situación era insostenible. Todos queremos que nuestras calles brillen y estén conservadas pero no se puede llevar a cabo esta labor si no contribuimos a que sea posible. Así nos ha pasado durante años, viviendo de rentas ficticias y jactándonos de que tenemos riqueza cuando lo que en realidad poseemos no es más que tiempo para cambiar las cosas, ahora que se puede.

Desde estas líneas prometo que los ingresos que se generen irán a parar al engrandecimiento de nuestro patrimonio municipal en edificaciones públicas, calles y demás infraestructuras, empleo y servicios. Todo por el desarrollo local. Ya lo verán.

No puede ser de otra manera.