Tras unos días de paréntesis necesario debido a las fiestas, volvemos a la rutina de la vida diaria en nuestro pueblo. Esta mañana, nuestra Plaza de España se encontraba vacía, aunque el escenario y la carpa estaban de testigos, también las banderitas, de todo lo acontecido estos días en los que la gente estuvo viviendo en la calle, como sana costumbre arraigada en nuestro comportamiento festivo, sabiendo que el día después ya nada se parecerá al pasado, casi seis días de un universo paralelo que sirve para olvidar, evadirse y disfrutar.
Muchas gracias a todas aquellas personas que nos han acompañado en esta primera e intensa quincena de agosto. Como todo lo sucedido es mejorable, esperamos sus aportaciones que serán nuevas ideas a considerar.
Llegan días de descanso veraniego, de tardes de baños, de puestas de sol sin prisas, de disfrutar de la tranquilidad de vuestro pueblo al final de las vacaciones escolares. Nosotros vamos a seguir preparando la llegada del otoño, con nuevos retos por cumplir y nuevas metas que alcanzar.
Vamos a disfrutar de esa bendita rutina con vuestra compañía...
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