Desde hace años todos los municipios luchamos contra el fenómeno del despoblamiento, muchas veces lo hacemos con pocos recursos y en otras muchas ocasiones no llegamos a poder actuar con la necesaria contundencia. Poco a poco perdemos habitantes, en mayor medida porque la naturaleza y el paso del tiempo nos hacen envejecer, sumando además el problema de la baja natalidad. Como ya saben, hemos cerrado el año con 665 habitantes en el padrón municipal de los cuales apenas un 10 % son menores de edad. Mientras estos datos reales nos preocupan, las asociaciones vecinales existentes cobran más importancia si cabe. Entre la asociación de amas de casa, de mayores, Cáritas parroquial, pescadores, cazadores y de padres y madres de alumnos aglutinan más de la mitad de la masa social. Recuerdo que hubo un tiempo en que estos colectivos no existían y desde entonces hasta ahora, mucho trabajo y esfuerzo les ha traido hasta aquí, contratiempos de todo tipo y épocas mejores y peores. Somos conocedores de la importancia que tiene ayudar a todas estas personas a dinamizar nuestro municipio porque son el alma de nuestro pueblo. Por eso desde nuestra posición, se les tiene en cuenta cada año a la hora de elaborar nuestros presupuestos municipales. Para 2018 hemos prometido responder a los retos importantes que se presentan en el calendario.
Ahí estaremos...
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