En los primeros días de este mes de septiembre recién estrenado volvemos a la realidad diaria. Hemos empezado este tiempo con el sobresalto del domingo. Una persona del municipio tuvo un percance y estuvo desaparecida por unas horas. El calor intenso y las circunstancias personales de nuestro protagonista motivaron la reacción de nuestros vecinos y el suceso, tras salir en su búsqueda con el apoyo de las fuerzas de orden público, terminó de manera satisfactoria dando con su paradero y posterior traslado al hospital donde pasó la noche y empezó su recuperación. La familia nos lo transmitió ayer y es necesario que conozcan su eterno agradecimiento por la coordinación, reacciones y despliegue realizado. Nuestra más sincera enhorabuena a todos y todas por vuestra labor y solidaridad.
Alegría máxima.
Comienza el curso político (yo me pregunto si se ha interrumpido alguna vez en doce años) y en este final de verano seguimos adelante persiguiendo las metas que nos hemos marcado. Es tiempo de empezar la importante ronda de consultas y entrevistas con las Consejerías, Direcciones Generales y Diputaciones para que nos ayuden a dar forma a nuestras necesidades y podamos ponerle remedios adecuados en la medida de las competencias de cada administración pública. Tambien será tiempo de poner en marcha nuevas iniciativas en las que vamos a poner la máxima ilusión y empeño. Como ya pusimos de manifiesto, este otoño será lo suficientemente importante como para marcar un antes y un después en Valdeobispo. Hay temas que ya no pueden esperar más tiempo y a pesar de su impopularidad, vamos a afrontarlos con la responsabilidad que supone tomar decisiones que mejorarán el interés general.
Optimismo...
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