sábado, 1 de noviembre de 2008

Día de todos los santos y difuntos…

Esta mañana gris y amenazante de lluvia y con más frío que calor, me he acercado a eso de las nueve de la mañana a ese sitio que muchos visitamos, me incluyo para que veáis que a mi también me pasa, una vez al año más o menos. He de confesar que no soy excesivamente creyente, lo reconozco, pero he ido de visita a contemplar una vez más el mármol frío, el que tapa las tumbas de mis abuelos y demás familia. No lo he hecho en busca de respuesta alguna que yo necesite porque sé que allí no hay nadie, solo el resto físico de las personas que abracé cuando estaban vivas, cuando compartían su tiempo conmigo y, por supuesto, con todos vosotros. He ido para volver a contemplar a solas sus fotos, para comprobar si todo está en orden, para recordar algún momento que guardo en el recuerdo y que ellos me dejaron, para no olvidar quienes eran, para tratar de saber quienes somos y adonde vamos. Supongo que esta tarde muchos haréis lo mismo y espero que nadie olvide. Es esencial para seguir caminando por esta vida llena de piedras puntiagudas que sobresalen de la tierra, camino de rosas y espinas, más de lo segundo que de lo primero, pero camino al fin. Desde aquí solo deseo que se eleve una plegaria que da igual cómo recitéis porque no es lo más importante. Desde este pequeño rincón hoy, solo recuerdo y respeto para los que se fueron…es día de ello.
Gracias.