martes, 4 de marzo de 2008

Nuestro presidente…

Mi opinión para temas políticos no es objetiva pues soy parte de esto.
Pero tengo mi parecer como todo hijo de vecino.
Volví a presenciar este segundo asalto dialéctico esta vez moderado por la periodista Olga Viza. Personalmente me pareció que España es o parece según quien la mire o quien hable. El candidato Rajoy intentó en vano mostrar un país al borde de la quiebra técnica, con numerosos problemas que solo él será capaz de solucionar y ofreciendo como contrapunto a su dilatada experiencia como ministro en etapas anteriores, caracterizadas por acciones deplorables y falta de criterio, el diálogo y la negociación como herramienta de trabajo. En definitiva, todo aquello de lo que ha carecido en estos cuatro años, acuérdense de la gresca continua que nos han brindado durante este tiempo. Le salva el hecho de que sabemos que ha sido una marioneta en manos del sector duro de la derecha pero no alcanzará jamás mi perdón. No se puede llamar mentiroso a un presidente del gobierno sin argumentos, utilizar cuestiones de estado de manera partidista y querer convencer a nuestros votantes para que no participen intentando sembrar desconfianza, publicar veladamente sus intenciones de derogar leyes aprobadas por este gobierno para sectores que ya se están beneficiando de ellas, ampararse en artículos de prensa aislados de la opinión y datos que reflejan lo que ya ha dicho nuestro presidente en numerosas ocasiones: “existe una desaceleración mundial reconocida por todas las potencias económicas” y los tipos de interés de las hipotecas no los fija ningún gobierno sino el Banco Central Europeo, hacer creer a la sociedad que somos poco más que analfabetos y poco competitivos y mostrarse con tintes xenófobos porque claro, ni él ni su familia tuvieron que buscarse la vida en el exilio para poder comer. Se le ha olvidado que los españoles fuimos inmigrantes cuando no quedó más remedio.
Memoria flaca.

Afortunadamente Zapatero se mostró mucho mejor que en el primer asalto de esta campaña. Es verdad que estuvo interrumpiendo constantemente a su adversario pero la verdad es que era necesario porque había que frenar el uso y abuso de la demagogia del candidato del PP. Ofreció datos económicos o macroeconómicos, me mareo cuando oigo hablar de miles de millones de euros, comparó etapas anteriores y ofreció más medidas para hacer frente a la desaceleración económica general. Puso encima de la mesa cual va a ser nuestra política de vivienda en estos próximos cuatro años. Anunció medidas para seguir avanzando en política social, empleo estable y reajuste del sector de la construcción. Habló de inmigración regulada y de la necesidad que tiene España de mano de obra extranjera. Estuvo muy positivo. Además, ofreció el cheque en blanco que necesita un gobierno en los temas de estado como el terrorismo y otros de interés general y le metió un gol a su adversario político al recordarle la guerra de Irak y sus consecuencias. Rajoy vio el trapo y entró como un toro. Todo ello aderezado con el impulso definitivo que se le dará al sector de las nuevas tecnologías e investigación, el famoso I+D+I, concepto de conjunción de estado, con la próxima reunión con todos los presidentes autonómicos y una valoración final tranquila, sin que los ojos se le salieran de las órbitas, creyéndose lo que decía y dando datos y cantidades que declaró que estaban avaladas y reflejadas en el “libro blanco” que será la referencia.

Ambos nos pidieron el voto y creo que todos debemos participar en estas elecciones generales. Está en juego la posibilidad de seguir avanzando de manos del PSOE o vivir eternamente pensando que el pasado fue mejor como dice el PP.

Piense usted en el futuro…VOTE PSOE porque existen motivos y razones para seguir creyendo.