domingo, 30 de octubre de 2011

Para mi abuela Mercedes

En medio de la noche te quedaste dormida, como cada día, acompañada de tus pensamientos, de tus deseos, en compañía del televisor, que tantas veces te entretuvo. Sin hacer ruido. De tu boca la misma frase, has iniciado el camino. Te vas a hacer compañía al abuelo que hace años que se marchó.

Aquí hace frío, abuela...

Te fuiste soñando, seguro que algo que deseabas que pasara, quizá algo que perdiste o que querías recuperar.

Largos años en lo alto del muro, sin poder pasear por las calles del pueblo. Tu entereza te hizo resistir y esperar. Ahora ya descansas para siempre de esta vida en la que nacemos para morir.

Quiero pedirte perdón porque en estos últimos cuatro años no pude estar mucho tiempo contigo, a pesar de ser quién estaba más cerca. Siempre nos echaste una mano cuando lo necesitábamos. Hace poco más de un mes cumpliste 86 años y me olvidé de felicitarte. La casualidad hizo que esa mañana decidiera ir a verte como un día normal, me lo recordaste y sentí vergüenza. Me perdonaste.

Las cosas insignificantes nos entretienen y no nos dejan ver el mar.

Solo puedo decirte gracias.

Contigo se va otro pedazo de historia. Me quedo con los buenos recuerdos.

Un beso, abuela.

1 comentario:

  1. José María Pañero Gallego2 de noviembre de 2011, 20:35

    No sé sí esto es el mejor modo de hacerlo, el mundo cambia y sus formas, por lo tanto, también; así que desde este mundo virtual e informático te mando mi mas sentido pésame. Un abrazo.

    ResponderEliminar

Deja tu comentario...