domingo, 1 de junio de 2008

Ahora que nadie me oye…

Reconozco que hay días en los que es mejor no levantarse por la mañana. Son fácilmente reconocibles. Ésos en los que uno se levanta con dolor de cabeza, la garganta seca como de haber estado toda la noche gritando sin parar o haber corrido una maratón a las tantas de la mañana, todo sin salir del catre, los lumbares como de haber dormido en el suelo y la impresión de que las cosas no van a mejorar en el resto del día. Hasta la sensación de hastío que recorre tu cuerpo te invita a permanecer en posición horizontal si no fuese porque a veces tenemos hambre, sed o ganas de visitar el w.c. Vamos, una de esas veces que uno desea salir a la calle y dar un grito de estos que te pondrían en la lista de los tíos más colgados de este pueblo, con la intención de liberar la adrenalina que uno ya no es capaz de quemar jugando dos partidos de fútbol seguidos porque el físico ya no acompaña.

Hoy no es un día especial…y no os voy a contar ninguna cosa relacionada con nuestro consistorio. Resulta del todo imposible. Me quedan quince días para evaluar el primer año de gobierno municipal. El próximo 16 de junio se cumplirá el primer aniversario de lo que os cuento y creo que hoy, “ahora que nadie nos oye”, es una buena oportunidad de hacer examen de conciencia para tratar de confesar nuestras faltas y medir nuestros logros. En definitiva, poner en una balanza si todo lo conseguido o derivado de nuestra gestión al frente de este Ayuntamiento, mira que dije que no hablaría de él, ha merecido la pena.

Nuestro trabajo sigue su curso, sabedores que quizá sea del todo imposible arreglar el cúmulo inmenso de problemas que acucian a este municipio. Pero estamos aún empezando. Aunque llevemos un año, estos son los primeros pasos de un camino que espero, gobierne quien gobierne en el futuro, ya no tenga vuelta atrás. Estamos trabajando para que Valdeobispo recupere, durante estos cuatro años, la parte proporcional de desarrollo, iniciativas, dedicación, trabajo, esfuerzo, empeño e impulso que otros nos negaron en su tiempo, bien por dejadez, bien por no saber, bien por no querer. Siempre fui una persona que se negó a aceptar las cosas como nos vinieron. Un enamorado de este pueblo que renunció a varias oportunidades para salir huyendo sin mirar atrás diciendo entre dientes, “ahí os quedáis” o cosas por el estilo. Parte de mis amigos no hicieron lo mismo. Pero nosotros nos quedamos para intentarlo una vez más como en otras ocasiones lo hicimos antes.

La cosa pinta bien. Nada ni nadie minará nuestra ilusión porque nuestros hijos, que ya los tenemos, puedan un día cercano, disfrutar de todo aquello que nosotros no tuvimos, que siempre buscamos en otras partes porque Valdeobispo nunca necesitó nada. Es época de reflexión pero no seré yo quién evalúe lo que hasta ahora “hemos conseguido entre todos”. Hemos abierto las puertas y ventanas de esta gran casa y hemos limpiado parte del polvo que cubría nuestros-vuestros muebles. Ya sacudimos la polilla que campaba a sus anchas por nuestras cortinas ocultando la mugre del olvido. Hemos movido también esos viejos arcones de la memoria que ya no recuerda lo que hicieron muchos en este bendito pueblo, si eso es, pero todo sin levantar ampollas porque no es nuestra intención hacerlo. Ahora toca adquirir nuevos elementos, no solo decorativos, para que todo funcione como debería haber sido siempre. Nuevas máquinas que pongan todo al día, nuevas herramientas que en su vida útil sirvan para mejorar lo presente. En definitiva, ese algo que nos permita dar el salto definitivo de calidad.

Pero, como dije, no nos corresponde hacer examen a nosotros, y mira que hay personas que nos examinan a diario, porque serán ustedes los que dictarán sentencia si todo esto les gusta hasta ahora.

En lo que a mi respecta, solo puedo agradecerles la valiosa oportunidad que me brindaron hace casi un año pidiendo hoy la misma paciencia que solicité hace meses, porque mientras los dedos de mis manos no padezcan la artritis del escribiente, no busquen esto en el “vademécum” porque no es ninguna enfermedad profesional, yo seguiré aquí contándoles todo lo más importante de nuestro Ayuntamiento, vuestra casa.

Este foro de opinión unilateral lo creé porque sigo pensando igual que siempre. Ya saben…”información es poder” y en este rinconcito de la red, nadie podrá evitar que quién quiera saber, lea estas y otras humildes letras y acceda a esta parcela de la libertad de la que muchos se llenan la boca.

Gracias por leer. Un caluroso saludo para todos los que leéis este blog en especial para los paisanos y paisanas que, por los motivos que sean, vivís lejos de nosotros. Las nuevas tecnologías os harán estar como en casa.

Gracias por este maravilloso año.



Óscar Alcón Granado
Alcalde-Presidente del Ayuntamiento de Valdeobispo