Ya somos campeones en color. Hemos llegado a conocerlo pero...queremos más. En la vida hay que ser ambicioso. Anoche supimos que podíamos ganar en cuanto vimos que el oso alemán andaba cojo de calidad y pasadito de kilos, mermado de fuerza y escaso de técnica. Nosotros estamos sobrados este año y miramos a los demás hacia abajo. Tengo que confesar que me comí las uñas como si me fuera la vida en ello. Lo que sucedió anoche nos ayuda a dejar por un rato de lado el resto de los muchos problemas que padecemos los españoles. Fue un bálsamo. Nosotros respetamos a nuestro rival, lo tratamos bien, le ayudamos cuando se cae y encima no nos ensañamos con su desgracia. Parecemos la panacea de las buenas maneras y nos sentimos orgullosos de ser así. Ganamos cuando fuimos mejores. Tan solo había anoche un detalle que agranda aún más lo conseguido ante Alemania. Estaba en la camiseta del rival. Al igual que en la de los italianos. Como si fuesen las muescas del revolver de un matón o los galones de un alto mando de las fuerzas de seguridad. "las tres estrellas" que significan que son tres veces campeones del mundo, las quisiera yo ver en la roja pero...de momento pido que pronto podamos lucir con orgullo la primera de ellas dentro de tres años, cuando hayamos logrado ganar nuestro primer mundial. Enhorabuena a todos. !Viva España!
