lunes, 3 de marzo de 2014

Novecientas razones

Con la que comienzo a relataros, llegamos a la estimable cifra de novecientas entradas. Otras tantas historias cargadas de datos, trabajo, sentimientos, preocupaciones, rabia, anhelos, tristeza, alegría, proyectos, pero sobre todo empeño por mejorar este pueblo y de servir a su gente. Parece que fue ayer cuando por el mes de febrero de 2008 y después de una conversación con mi compañero alcalde de Montehermoso decidí que este era un buen medio para comunicarme con vosotros (esto ya lo he comentado más veces pero es bueno recordarlo), a través de la escritura y gracias a las nuevas tecnologías. Más de siete años después he comprobado el gran poder de las redes sociales, donde se esconden todo tipo de seres, que también cuentan historias que muchas veces reparo en leer. Vuestras visitas a este rincón, más de 97.000 en estos años, me sirven para pensar que informaros es una tarea necesaria y positiva, hecha desde el rigor y a veces expresando un pensamiento personal con el máximo respeto posible. Desde los más insólitos países de este planeta, algunos que nunca tendré la suerte de llegar a conocer, llegan vuestros mensajes. La primera vez dije que la información es poder. A estas alturas añado que el día que todos los ciudadanos tengan acceso directo a la información y poder contrastar sus percepciones con veracidad, sentido común y raciocinio, comprenderemos un poco mejor este mundo tan complejo en el que este medio, me refiero a internet, nos hace "un poco más iguales". Os seguiré contando en qué consiste la dedicación de un grupo de personas que quieren hacer de su municipio un lugar para quedarse a vivir para siempre. Un abrazo para mis "compañeros de viaje", concejales del Ayuntamiento de Valdeobispo. 

Gracias por estar ahí.

Nada se me ocurre mejor que celebrar estas cifras hablando de la iniciativa de los niños, bajo la tutela del profesorado y dirección del colegio público "La Maya" de Valdeobispo. Lo llaman "Jabonartex", un modelo cooperativo para la elaboración de jabones naturales artesanos que los pequeños pusieron a la venta el pasado miércoles en el mercadillo semanal. El fruto de su trabajo, los hacen ellos mismos, tardó cuarenta minutos en agotarse y su ilusión es seguir trabajando para mejorar y aumentar la producción. ¿Puede tratarse de un nuevo modelo productivo o negocio a implantar en nuestro territorio? De lo que estoy seguro es de que todas las grandes ideas transformadas en productos empezaron por una pequeña primera piedra. Enhorabuena a los niñ@s y gracias por su colaboración a los vecin@s. Todo está cambiando. 

Ell@s nos enseñan ahora el camino.  



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